¿Eran esperables estos desastres? La respuesta es desgraciadamente sí, porque la temperatura del planeta aumenta inexorablemente. Todos y cada uno podemos contribuir a reducir las emisiones de CO2.
Esta semana (21 al 27 de agosto de 2023) recordé una película de mi infancia: “El mundo está loco, loco, loco”. Era cómica (para esos tiempos) pero desgraciadamente se me vino a la memoria porque hoy no es el mundo, sino que el clima está loco, loco, loco.
Efectivamente, cuando escribo esto, partes de la Sexta y Séptima Región, de Chile, están inundadas. Licantén ha sido cubierto por el agua dos veces en menos de tres meses. Gran parte de Talca y de Constitución está bajo un metro de agua. Y, al mismo tiempo, en el hemisferio norte, Grecia, Turquía y Canadá sufren gigantescos incendios forestales.
En Maui, Hawái, un destino turístico del mundo desarrollado, la semana pasada…
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